Agua

Agua

¿Te has percatado de lo increíble que es estar “aquí”?, vamos pasando de la niñez a la adolescencia y progresivamente vamos permitiendo que todo sea tan normal; nos olvidamos del agua, el alimento, el aire, nuestros pensamientos se vuelven banales y la llama de la vida se va mermando, nos encapsulamos en las ideas y emociones que ocultan el imprescindible milagro de la vida, nuestras aguas internas se van estancando y se va formando una gran capa de suciedad generada por los fenómenos externos y acontecimientos internos, nos olvidamos quienes somos realmente en el afán de construir múltiples personalidades que inevitablemente mueren con cada alarde de superioridad e inferioridad. Tratamos de construir ideas corriendo y corriendo, creyendo llegar algún lugar, buscando la felicidad en experiencias, objetos, relaciones y frente a nuestro corazón y dentro de él, el agua va corriendo, transformándose, simple, transparente, refrescante, mostrándonos sin intención alguna de demostrarnos que simplemente está aquí; si, esa agua que utilizamos a diario, para lavarnos las manos, para ensuciar los ríos con cada vaciada del inodoro, para beber, esa agua que recorre todo nuestro cuerpo, esa que surgió de tu madre y de tu padre que hizo posible tu existencia.

Gota por gota cae del cielo, corre por riachuelos, desciende montañas, atraviesa valles, se posa en la inmensidad del océano, retorna a los cielos, parece insignificante, pasa desapercibida para las gentes que la tienen todo el tiempo disponible a unos cuantos pasos de su cama y un gran producto del mercado para las mentes que no tienen escrúpulo en ponerle un valor comercial a la vida, ¿qué sería del hombre sin agua? Esta pregunta tal vez se la formulo quienes han hecho del más puro elixir de la vida un mercado, hasta donde ha llegado el egoísmo del ser humano; aprovechar la nobleza de tan puro elemental para saciar sus caprichos personales, el agua está en esta tierra para todos los seres, ser conscientes del preciado líquido nos hace conscientes de nosotros mismos, te reflejas en ella.

El agua tiene el gran poder de regenerar, limpiar, trasformar, ese poder está en ti; eres agua, el agua te hace y te deshace, agradece por el agua, agradece por la vida, cuida de ella y así ella cuida de ti; has del agua una inspiración para tu vida simplemente obsérvala como corre, fluye silenciosa llevando en sí misma una enorme fuerza con el poder de destruir cualquier barrera que se interponga en su flujo natural y de transformar una semilla en un monumental árbol, simplemente se libre y transparente como el agua, has de ella tu medicina, tu fortaleza interna, recíbela con gratitud es un regalo puro y simple que nos brinda el creador.

Refréscate en el agua, mueve tus aguas internas no permitas que se estanquen y se convierta en un lodazal de ira, envidia y avaricia, trabaja incansablemente para que en tu interior fluya un manantial colmado de vida y así mismo tu alrededor se verá transformado, podrás apreciar y disfrutar sin más demora del misterio de la creación. Estamos en el tiempo del despertar de la consciencia, no te dejes confundir por la gran cantidad de ofertas espirituales que te hacen creer en poderes super humanos o en la realización a partir de diversas prácticas, el despertar simplemente es percatarse de la vida, de la simpleza de los elementales; despierta al milagro de existir, si buscas un gurú en el agua misma lo encontraras.   

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