LA SELVA NOS GUARDA

LA SELVA NOS GUARDA

Autor: Santiago @themountainchallenge

La selva es un territorio bastante agreste, le exige al cuerpo-mente en gran medida; allí aprendes a cultivar la confianza, la fe, el respeto, la paciencia, el amor.  Alguna vez desee visitar la Amazonia y un simple gusto se transformó en  un llamado al reencuentro con mi verdadera esencia, una oportunidad  para respirar bajo el arrullo de los más leales guardianes y reproductores de aliento de vida, escuchar el canto de las aves que evocan misticismo, contemplar el paisaje; un inconmensurable lugar de vida fluctuante. El ambiente  exige liberarse de  los apegos más profundos que no nos  permiten ver que somos Uno con la naturaleza, surgen pruebas  que labran  la paciencia, el entorno, te precisa todo el tiempo liberarte del miedo;  un territorio bastamente hostil, la temperatura es  sofocante, abundan los mosquitos,  el peligro es inminente;  fácilmente la selva te puede atrapar o tal vez liberar.  Renunciar a la identificación con el ego, a la identidad de la persona es una sabia elección  evita desgastarse luchando contra lo que Es. Este espacio es realmente mágico, te hace la invitación amorosamente para que cruces la puerta y salgas del molde que has construido a partir de ideas y conceptos que no permiten reconocer que todo fluye en plena comunión, un simple reconocimiento que trasforma las problemáticas sociales y ambientales que reposan en la superficie de la materia.     

La selva te hace mirar adentro para comprender el verdadero valor de lo que nos proporciona la naturaleza afuera, si es que realmente hay un adentro o afuera.  La gente que habita estas tierras es gente de puro corazón, son hijos de Coca dulce, Tabaco, Yagé; Se reconocen hijos de la tierra, de hecho todos lo somos, respiramos el  mismo aire, los alimentos brotan de la tierra, el agua cae del cielo, el fuego arde, es simple reconocerlo, la magia  yace en los elementos y somos los elementos mismos. La gente que vive en lo profundo de la selva conoce de magia, su comprensión se da espontáneamente, surge fruto del respeto por la vida misma; cada reino ocupa su lugar, hacemos parte de la totalidad ilimitada; el árbol, el rio, la montaña, la hormiga, el perezoso, el humano, somos sustanciales en este milagro que conocemos como vida, ninguno está por encima del otro ¿acaso algo o alguien puede estar por encima de lo que es la vida misma? Pretender seguir en el afán de romper la tierra, represar los ríos, talar los bosques es un acto absurdo contra nosotros mismos, es tiempo de reaccionar y cuidar lo que aún se conserva intacto, la pacha se regenera por sí misma, como sus hijos lo que nos queda por hacer es ser conscientes de nuestra propia existencia, despertar al resplandor de la vida.

Conectarse con lo elemental  despierta sensibilidad, “los ambientes como el océano, la selva, las montañas estabilizan las aguas internas”, son las palabras que menciono un sabio anciano, sentado en su silla bajo un techo de palma, sus palabras claras como el agua de un manantial, pronunciaba cantos que generaban armonía y sus nietos tarareaban las melodías que mencionaban la vida como un misterio que no se resuelve si no que se vive, los jóvenes se veían alerta a las enseñanzas del sabio anciano guardián del  legado de los antepasados. En este lugar que llaman Ananeko es donde se congrega la comunidad,  el abuelo en las tardes hace un balance de lo que está ocurriendo y en ocasiones dialoga con  los espíritus de la selva, negocia con seres de planos adyacentes, con el fin de mantener la armonía y la buena relación entre todos los seres, el abuelo de acuerdo a los tiempos define con los humanos de la comunidad  unos puntos específicos para la pesca, siembra y recolección, dice el abuelo que la gente no puede estar por todas partes talando árboles, cazando animales porque son ancestros muy antiguos y matarlos implica que se le quede debiendo a la naturaleza; explotar, sacar, matar aprovechar genera un desequilibrio que con el tiempo se cobra pues se altera el orden natural de todo lo que existe y para que todo se regenere implica de un proceso que requiere la sanación del hombre en esa medida la tierra se va regenerando, cada vez son más los seres que están despertando, guardianes de la vida, reproduzcamos el mensaje de cuidar el hogar de los que vienen.

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